viernes, 20 de noviembre de 2015

"Los columpios" indaga sobre las relaciones amorosas desde otro ángulo

Publicado originalmente en el periódico "La voz hispana"
Por Antonio Bones

Los actores conforman un cuadro en donde las naderías del lenguaje se convierten en su todo.

La obra teatral "Los columpios" del dramaturgo Roger Simeon, continúa presentándose en el teatro IATI hasta el 29 de noviembre del 2015 al este del Bajo Manhattan, con un reparto que integra a María Cuarteto-Toledo, Nicole Betancourt y Gonzalo Bouza
Como parte del Programa de Desarrollo Dramatúrgico Cimientos 2014 "Los columpios" fue seleccionada para la temporada otoñal 2015 del Instituto de Arte Teatral Internacional.  De primera intención comentaremos que el texto pertenece al género de la tragicomedia insertado en el estilo del absurdo.  Un ejercicio escritural a toda prueba logrado.  Simeon plasma con singular maestría la falta de comunicación entre los seres humanos: en este caso, una ex pareja, un niño (Voz en off) y una madre que, al parecer y con irracionalidad, intercambian diálogos sobre el terreno espacial de un parque.  El dramaturgo impone la carga de lo absurdo como vehículo de reflexión.  En realidad, no es justo referirnos a la unidad de una historia sino a una sucesión de situaciones que buscan razonamiento dentro de lo que subyace en el lenguaje.  Tanto como si las naderías de la verborrea desnudaran al todo existencial.  Es así que el vaivén o sube y baja de diálogos experimentan impulsos, quedan suspendidos en el razonamiento y, finalmente, buscan un equilibrio; así como sucede con el acto de "columpiarse".  Durante la representación pudimos captar mensajes crudos y hasta insistentes sobre las fallidas relaciones románticas, el imprudente silencio, la soledad, la infidelidad, la marginación, el abandono, la estrechez de tiempo, pensamientos conspiradores, los defectos del ser, la pérdida de fe, escepticismo religioso, las tradiciones, la pedofilia, respeto al ecosistema, la violencia, los valores, la mentira, la mujer como objeto sexual, la ansiedad, el conformismo, los medios de comunicación en masa y la moral.  "Los columpios" irrumpe en la dramaturgia mundial con distinción.  La obra transporta al expectador hacia un desenlace abierto que permite buscar luz en los parajes más recónditos de la conciencia.
El equipo actoral demostró capacidad para la investigación de sus respectivos personajes.  La autopropulsión presentada sobre dos asientos distantes fue creíble y hasta nos incitaba al retozo.  Los tres actores, en diversas ocasiones, se mecían en un columpio inexistente mientras se encargaban del debate.  La actriz María Cuarteto-Toledo en el personaje carácter de "Ella" nos "empujó" hacia un envidiable control escénico.  Mantuvo el tono y la expresión corporal con la responsabilidad que la acción exigía.  Ni siquiera en un momento le entregó su personaje a la densidad del mal gusto.  Se mostró aniñada, medrosa en ocasiones, pero también supo ser feroz cuando la situación lo ameritaba.

El encuentro entre Él y Ella permite una avenida a la incomunicación.

En el personaje carácter de "Él" nos ceñimos a la interpretación de Gonzalo Bouza.  El histrión madrileño tiene una presencia escénica arrolladora.  Sus sobresaltos, inflexiones de voz, transiciones y desplazamientos emanaban pura esencia dramática.  El trabajo de Bouza fue enérgico y centrado. Por su parte, Nicole Betancourt, la actriz puertorriqueña, tuvo el encargo de efectuar la distensión de la obra con su personaje tipo de "La madre".  Betancourt produjo una nota de diversión propicia para la sarta de sucesos que luego serían disparados hacia los espectadores.  El público se desternillaba de la risa con su armónica, ¿y por qué no?, caricaturesca actividad gestual.  Es evidente que disfruta la incursión en las tablas.  Podría decirse que hasta la réplica del publico le confieren libertad para arrancar emociones y verterlas sobre el tablado.  ¡Aplausos para un reparto que sirvió de engranaje a una función a pedir de bocas!
La dirección de Julián J. Mesri no pudo ser más apta para una obra que requirió tanta profundidad y delicadeza en la entrega que se le hizo al espectador activo.  Lo que llamó la atención, mientras la función progresaba, fue la incorporación de tecnología al efecto textual o como herramienta de soporte técnico-espacio.  Pudimos ser partícipes de la facilidad que tiene el joven director para las imágenes, simbología y conceptos escénicos.  Debemos también referirnos a los cues musicales y de iluminación que fueron sumados a los movimientos de los actores mientras se hacía añicos la cuarta pared.  La labor de Mesri es promisoria y laudable dentro de la dirección teatral.  Su concepción escénica de Fuenteovejuna para Repertorio Español fue receptora de un Premio HOLA.  Escribe y dirige para su grupo teatral Sans Comedia que prepara su próximo trabajo teatral para el mes de diciembre.
También es relevante mencionar el diseño de escenografía por G. Warren Stiles.  Los telares suspendidos que estaban al fondo se asemejaban a raíces dispersas por el ámbito.  Pudimos entender que las enraizadas imágenes definían el entorno de un parque con árboles, plantas y césped; asimismo, podemos racionalizar que cada dardo -parlamento- orientado al oído del espectador se enraizaba en la mente para invitarlo a pensar y sacar conclusiones.
El teatro IATI tuvo prudencia al escoger la obra de Simeon para la temporada.  La manifestación vanguardista de "Los columpios" posee magnetismo para cualquier público que desee pensar y evaluar su presente condición humana.
Agradecemos a Miguel Valderrama por el diseño de iluminación; Haydn Díaz y su diseño de sonidos; en la labor del diseño de vestuario a Leni Méndez.  Sin la labor de todos ellos hubiera sido imposible sostenernos sobre la significación y adaptarnos al espacio.  Julia Cavagna, Pope Jackson, Patricia Cardona Roca, Ignacio García-Bustelo, Gabriel García, Eduardo Reséndiz Gómez, Yani Pérez, Gustavo Mirabile, WowMom, Keith Chapman, Hao Bai, William Vasconez, Gabriel García, Lee Pinto y Brandon Jackson por su acostumbrada participación.
Las funciones se prolongarán hasta el 29 de noviembre a las 8:00 pm y 3:00 pm en la sala teatral, 64 este de la calle 4 en el condado de Manhattan.  La entrada general es de $30.00, los estudiantes y personas de la tercera edad con carné pagarán $25.00.  Si precisa de más detalles y para la adquisición de boletos puede visitar la página electrónica: www.iatitheater.org. 

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